COMO DEJAR DE FUMAR
Espero
que este blog sirva de ayuda para todo aquel que quiera dejar de fumar.
Ahora
que empiezas a leer mi experiencia, hazte un favor a ti mismo y no enciendas ningún
cigarrillo, al menos hasta que termines de leer. Ya sé que no es fácil, no nos
engañemos, no es fácil, yo lo he intentado como 4 o 5 veces, pero... yo ya no
fumo, a día de hoy llevo casi 5 años limpio, y quiero compartir con todo aquel
que todavía fuma pero que quiere dejarlo, mi forma de dejar de fumar, mi
experiencia y mis ganas de ayudarle en todo lo que me sea posible.
Empezaré
diciendo cuando y de qué forma empecé a fumar, porque, creo que el analizar y
decirnos a nosotros mismos la verdad, analizar la raíz del problema, es lo
básico para entender el vicio que acarrea el llevar ese peso encima de
nosotros, así que sin más dilaciones diré que empecé a los 13 años, mi padre
era fumador, pero no por ello empecé yo, lo hice como muchos empezamos, a
escondidas, como todo lo que hacemos que nos parece prohibido, para que no se
enteren los padres, para que no nos vea nadie y vaya con la voz a este o al
otro y la voz vaya más allá de lo debido, porque fuma este o el otro, luego nos
decíamos en aquellos tiempos (inocentes de nosotros) ¡o es que fulano fuma!,
cuanto de importante era fulano, y no digamos de mengano, este fumaba y
llevaba a las chicas de calle.
Que
importantes nos hacíamos llevando el cigarrillo colgando de los labios, pero no
sabíamos ni tragarnos el humo, esto no tardaría en llegar, ves al vecino como
lo hace, en las películas parece fácil y lo intentas, y ¡¡sorpresa!!, ya
estamos fumando, que importantes, seremos como los demás, no habrá quien nos
pise, y ahora qué?, es la gran pregunta que no nos hacíamos, no veíamos el
futuro porque de jovenes solo vemos el presente, el ahora, el momento, ese
espacio de tiempo que es de color negro, donde no hay nada, aquí es donde
estábamos, el tiempo se nos para, no nos damos cuenta de nada, tenemos la juventud por delante llena de colores.
Pasó
el tiempo y como a algunos, quizás los más tontos por así decirlo, me
descubrieron, la clásica vecina que no tiene otra cosa que hacer que ir con el
rollo a los padres.
Mira
¿sabes a quien acabo de ver?, (como haciéndose la importante), la clásica
negatividad viene a dar entrada a la respuesta ya prevista con alevosía, a tu
hijo fumando el tal sitio con mengano, o sea, que además de chafarme el
secreto, involucra a otro que no tenía nada que ver y que este si, tenía permiso
de los padres.
Porque
en aquellos tiempos a muchos les daban permiso, y así fue, mi padre esperaba me
a la entrada de casa y después del clásico interrogatorio policial de aquellos
tiempos del régimen que había en España, me concedió el permiso para fumar,
regalándome un encendedor de gas y un paquete de tabaco de la cual todavía recuerdo su marca, que no la voy a poner para no hacer propaganda gratuita, no se la merecen.
Pasaron
los años, fumando y fumando y fumando, decir que con los años he pasado varias
etapas de trabajo, paro, trabajo y paro, y durante este tiempo que uno trabaja
y está provisto de efectivo, siempre tenemos una parte para el tabaco, lo malo
es que cuando no trabajamos y el nivel de efectivo baja, muchos hacemos lo
imposible por continuar fumando, fumamos infusiones, reciclamos cigarrillos y
los enrollamos hasta con papel de periódico y no lo hacemos por leer las
noticias si no porque no podemos dejarlo, nos lo decimos interiormente, pero
nada de nada.
Lo
deje una de las primeras veces, y como algunas pensé, ahora sí, ahora dejo de
fumar, me ahorrare mucho al cabo del mes, podre hacer esto o lo otro con lo que
ahorre, etc., etc., nos decimos mucho interiormente pero nada, esto me duró 3
días, recaí, me enganche yo solo, lo malo en este caso es que tu pareja también
fume, entras en casa intentando dejar de fumar y hueles a tabaco, este humo que
te impregna la ropa, este color amarillento de las paredes de tu casa, este
gusto que te recorre el fumar vuelve a entrar en nuestro cuerpo y sin pensarlo
dos veces, y sin darnos cuenta ya tenemos los cigarrillos en el bolsillo.
Pasan
los años y ahora con la edad más adelantada es cuando nos ponemos serios ante
el problema, nos decimos, que, mañana dejo de fumar, este es el último que fumo,
total no sé porque lo hago, pues vaya tontería, no sé qué saco de fumar con lo
que vale, pero esto me costó una semana de abstención, tenía la sensación de
nerviosismo, hambre, cansancio, mal carácter, y unas cuantas sensaciones más, a
la semana ya estaba fumando otra vez.
Otro
intento fue cuando mi pareja quedó embarazada de mis hijas, ella dejo de fumar
radicalmente, no sé cómo se lo montó pero así fue, de ahora para ahora sin
fumar, yo igual (pensé) lo dejo radical, yo puedo, yo me controlo, fumo porque
quiero, ¡Ja! Mentira, empecé a fumar al cabo de una semana pero fuera de casa,
en la calle, en el trabajo, luego en el balcón de casa, incluso sacaba la
cabeza por la ventana de la cocina para fumarme el mejor cigarrillo del día, el
de después de comer, oh que placer, ese cigarrillo después de la comida
principal del día, que bien sabia, inspirando el preciado humo hasta el fondo
de mis capacidades pulmonares, yo, haciendo el idiota con la cabeza fuera de la
ventana, el cuello estirado para que no humo en la casa, para que no molestara
a los demás y empezaran con el fumar pasivo, este es otro problema, yo fumando
y los demás también.
El
penúltimo intento fue en el trabajo, aquí es cuando salió na normativa que, en
el interior de los espacios cerrados de menos de X metros cuadrados no se podía
fumar, en la empresa donde yo trabajaba en aquellos momentos tenía una gran
superficie, llena de estanterías con cartones apilados, muchas cajas de cartón,
mucho peligro de incendio, y el empresario nos prohibió el fumar en el interior
de la empresa, pero, (siempre hay un pero) de nuestro tiempo de almuerzo (30
minutos) podíamos coger 10 para fumar, o sea partir el tiempo de almuerzo, salir a
las nueve de la mañana para almorzar en 20 minutos, y al medio día los otros 10 minutos para fumar, bien, aquí estuvo bien, porque fumaba menos pero al coger el
cigarrillo lo apuraba más, incluso fumaba más rápido para fumarme otro, no sé
que era peor, si el remedio o la enfermedad.
Total,
que seguí fumando como un desesperado, porque lo mejor de las prohibiciones es
el no hacerles caso, llamadme rebelde pero así fue, ¿cuantos somos los que nos
lleváramos el cigarrillo a los labios solo por el hecho de estar prohibido?,
pues a eso voy, pero un día conocí a una mujer que llegamos a ser pareja, y los
dos dejamos de fumar al momento, ¿Cómo?, bueno lo cierto es que lo hicimos el
uno por el otro, dejamos de fumar los dos a la vez y de golpe, y esta fue la
mejor decisión que he tomado, porque, ¿Que siento ahora?, liberación, asco al
humo, tengo más capacidad de aire en los pulmones, no me canso tanto, no tengo
la clásica tos de las mañanas, esa tos carraspeada que hace que te ahogues, no
me gusta ir detrás de una persona fumadora, tengo el piso más limpio y sin
malos olores, y la ropa dura mucho más.
Por
todas estas razones y por otras que ahora no vienen al caso, necesito ayudar a
los demás en el mismo problema que he tenido, así que este blog ira dirigido a
aquellas personas que se quieran ayudar ellas mismas o con ayuda de otras, que
para esto estamos para ayudarnos los unos a los otros, también pido perdón por
las imágenes que pudieran herir la sensibilidad del lector, pero lo que he
llegado a ver es poco con lo que tenemos delante, sin más dilación os dejo para
que naveguéis por el blog y si pensáis que toda esta parrafada que he puesto al
principio también es la primera prueba para ti que estás leyendo (espero que
sin fumar) todo este escrito que espero te ayude en dejar el humo como he hecho
yo, y si necesitas una pequeña ayuda más, y si necesitas una pequeña ayuda más, espero que la
encuentres navegando en estas páginas ya que solo necesitas una
buena motivación, y el hecho de este blog es poder ayudarte en este camino por
esto en una de estas páginas he puesto la idea principal que me motiva para
este quehacer que espero que la encuentres navegando en
estas páginas, nada más solo darte un fuerte saludo y la suficiente fuerza de
voluntad, y si al acabar de leer no has encendido ningún cigarrillo, piensa que
el primer paso, el más difícil ya lo has
dado y ha sido sin darte cuenta, como veras, a sido fácil, el tener la mente ocupada en algo te ayuda.
Solo necesitas una buena motivación, por esto empieza por darte las gracias por este momento sin humo.
Solo necesitas una buena motivación, por esto empieza por darte las gracias por este momento sin humo.
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